Por Efraín Vega Pérez
Claudia Sheinbaum Pardo, exige silencio, no solo a la oposición cuando evidencia la corrupción de personajes de MORENA, sino también a la cúpula del poder de la cuarta transformación, la orden es callar ante los reclamos, ante las exigencias de justicia desde el interior de su gobierno, es el modus operandi que promueve la impunidad desde palacio nacional para proteger a unos cuantos.
La orden es clara, que las voces disidentes de Morena callen, ante la podredumbre cada vez más evidente en las entrañas de esa organización criminal, que guarden silencio y que soporten la embestida. Lo más grave, es que ese silencio que exige la presidenta la convierte en cómplice por encubrimiento.
Callar disidencias exacerba divisiones y la lealtad hacia ella, será siempre una lealtad forzada.






y luego