Él se dirige al mercado, ella viene del molino, él con camisa de lino, ella con hipil bordado.
Palomita –dice él– ¿me regalas un besito? quiero probar el frutito de tu boquita de miel.
Ella queda sonrojada y niega con la cabeza, él insiste –me interesa– ella baja la mirada.
¿Entonces no, palomita? él pregunta con terneza; vuelta a girar la cabeza bien cerrada la boquita.
Va cada quien a otra cosa, él pensando con ardor: ¡Qué recato, qué pudor, qué dama tan candorosa!
Ella piensa: ¡Que atracón de huevo con longaniza, un buen pedazo de pizza y tres tacos de lechón!
Así, ¿cómo abro la boca? más vale que siga aquel imaginando su miel, ni que yo estuviera loca!
PFRG–
Pedro F. Rivas Gutiérrez






y luego