La reciente elección presidencial en México, amerita un fuerte análisis, más allá del triunfo arrollador de Claudia Sheinbaum Pardo, candidata de MORENA, quien se convertirá en la primer mujer Presidenta de México, un país considerado, a los ojos del mundo como machista 100%, donde la taza de feminicidios es la más alta del planeta.
Muchos pronósticos fallaron pero el que no fallo fue el de que Sheinbaum Pardo, ganaría las elecciones presidenciales, los mejores analistas nacionales e internacionales, daban por un hecho la victoria de la candidata de MORENA, solo en lo que algunos erraron fue en el porcentaje de votos. No se esperaba un triunfo contundente.
No se esperaba que obtuviera la cifra superior a los 33 millones de votos ni siquiera alcanzara los 30 millones que tuvo Andrés Manuel López Obrador el 2018, sin embargo, contra todos los pronósticos los mexicanos le dieron esa inmensa cifra y todavía le otorgaron la mayoría calificada en el Congreso de la Unión y el Senado para que haga y deshaga con México lo que quiera. Esperemos que los mexicanos no se arrepientan.
Si López Obrador, tenía poder como Presidente, Claudia Sheinbaum, tendrá más poder, puesto que como hemos dicho, tiene la mayoría calificada en el Congreso con lo cual podrá hacer las Reformas que quiera, hasta una nueva Constitución si así lo desea o hasta convertir a México en una Monarquía.
No lo digo yo, lo dicen las cifras, el 60% de los mexicanos, el domingo 2 de junio, salió a votar, soslayando la violencia que impera en México, sin ver los problemas de salud, sin percibir un México corrupto y sin importarle que el Gobierno no rinda cuentas o sea transparente y sin quejarse de que el crimen organizado opere libremente por todo el territorio nacional y no se aplique actualmente el Estado de Derecho.
Solo el 27 % de los mexicanos ve un México diferente, un país con el que no están de acuerdo con el 60% restante que en las urnas se mostro feliz y contento con los 6 años de gobierno de Andrés Manuel López Obrador.
La oposición poco a nada pudo hacer y aquí viene lo fuerte del análisis, no se trata de decir “nos robaron la elección”, porque aquí no hubo un robo, porque no fue una derrota con uno o dos punto o tres de diferencia, fueron más de 33 millones de mexicanos los que eligieron a la doctora Claudia Sheinbaum Pardo.
Aquí habría que preguntarnos ¿Qué ha hecho mal la oposición?¿qué no ha hecho bien la oposición? ¿Por qué no obtuvieron más votos y solo un 27%, 15 millones? Ahora la oposición recalcitrante esta diciendo, para justificar su amarga derrota que los votos que eran de Xochitl se los pusieron a Claudia y hasta inventan un código, cosa más falsa porque muchos ciudadanos fueron a ver la actas y esto de la oposición es una vil mentira un vil invento para justificar su ineficacia y pierden más con este tipo de falacias.
Es grave lo que pasa en México, este resultado refleja la urgencia de tener una verdadera oposición, pero no la oposición del PAN y lo poco que queda del PRI, que cada día están más alejados de la ciudadanía y son una oposición clasista, una oposición de elite, en donde solo se reparten las candidaturas entre ellos mismos, sin dar oportunidad a nuevos rostros y se llevan haciendo menos y cuestionando a las clases bajas por recibir los apoyos del gobierno.
Ha llegado la hora de poner fin al PRI y al PAN o bien este último si quiere sobrevivir, debe ir a una reforma profunda para mantenerse porque de lo contrario esta condenado a desaparecer si sigue con ese esquema clasista y alejado de las clases más necesitadas.
Si bien es cierto este proceso electoral, se realizo en medio de la violencia, con 36 candidatos asesinados, la participación del crimen organizado y la intromisión descarada del Presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, la oposición tenía todo para obtener más votos o dar a la pelea o perder por lo menos con un margen más cerrado o ganar con un margen cerrado, pero no fue así ¿por qué?.
Una oposición que postula candidatos desprestigiados, con imagen asociada a la corrupción y al crimen organizado; una oposición, cuyos líderes del PAN y PRI cuestionados desde sus bases y su imagen asociada a la corrupción, una oposición así que es igual o peor y con un mal pasado la gente ya no quiere y por ello, entre otras cosas le dio 33 millones de votos a MORENA, AMLO, Claudia.
El Gobierno actual y MORENA, tiene gente también con mala imagen, con malos antecedentes, vinculados a la delincuencia, a la corrupción, esto nadie lo duda, pero ¿como quiere la oposición cuestionarlos cuando están igual o peor?, además, ya gobernaron, la gente los conoce y no se traga el cuento.
Se requiere una oposición nueva, con sangre nueva, sin malos antecedentes, con buena imagen, que cuestione, que impugne y que no le puedan señalar absolutamente nada, porque durante los 6 años de AMLO cuando cuestionaban a éste, se las revertía sacándoles sus trapitos al sol y todas sus corruptelas con justificada razón.
No se puede tener una oposición que cuestiona o señale al Gobierno en turno, cuando se tiene la cola más sucia, es por eso que la gente dice “no estoy de acuerdo con el gobierno que tenemos pero jamás volvería a los gobiernos del pasado”.
Durante el proceso electoral ¿qué hicieron el PAN-PRI-PRD con el dinero que les dio el INE? PAN recibió 613 millones de pesos; PRI 600 millones y PRD 236 millones y cuando transitabas por todo el país difícilmente te encontrabas un anuncio espectacular de Xochitl Galvez, cuando lo que debieron haber hecho es tapizar todo el país con propaganda y publicidad de la candidata opositora, si tuvieran realmente interés de ganar o ser competitivos.
Sin lugar a dudas formar un partido político es una manera fácil y cómoda de vivir del presupuesto, sino pregúntenle a Dante Delgado, de Movimiento Ciudadano y a Jorge Emilio González, del PVEM, que viven de ser satélites de los partidos gobernantes. Y en las regiones pasa lo mismo, existen quienes crean sus partidos como modus vivendi, hay casos en Chiapas, Sinaloa, Querétaro.
Esta elección presidencial si tiene elementos para ser anulada por la intromisión abierta del Presidente de la República, López Obrador, pero para que anularla si 33 millones de ciudadanos, el 60 % de mexicanos avalan, aprueban el gobierno de AMLO.
El 60 % de mexicanos, le dio un “cheque en blanco” a Claudia Sheinbaum y tendrá el poder que ningún Presidente de la República, ha tenido en la historia contemporánea de México, un Congreso con el que podrá hacer las reformas a su antojo.
En México, urge una nueva oposición, urge una oposición real, urge que el gobierno tenga un contrapeso porque el PAN y lo poco que queda del PRI no son oposición, son una oposición funcional, son una falsa oposición.
El PAN y lo poco que queda del PRI, son una oposición desprestigiada con mala imagen, una oposición clasista, alejada de la gente, donde unos cuantos se reparten los cargos y las candidaturas y tienen las puertas cerradas a la gente que de buena voluntad quiere cambiar a México o quiere simplemente participar.
El PRI debe ya pasar a la historia, dar por terminado su época y si el PAN pretende continuar debe ir a una reforma profunda, de lo contrario esta condenado a desaparecer en el corto tiempo, porque hoy en esta elección presidencial, MORENA gano en todos los Estados y le arrebato a la derecha, al PAN el triunfo hasta en sus mismos territorios y si los panistas no lo entienden y se quedan con los brazos cruzados estarán viviendo sus últimos años.
Lo que si es cierto es que independientemente de que el PAN y PRI, seguramente seguirán sobreviviendo, ya como parte de un negocio de unos cuantos, no son la oposición que México ocupa, son una falsa oposición, oposición funcional al gobierno.
A México le urge surja una oposición real, verdadera. Se requiere un contrapeso para el gobierno.






y luego