Por: Jota Ce Ce
LA CARCAJADA DEL TLATOANI: ¿MISIÓN CUMPLIDA?
Concluye el sexenio de la gran simulación, el de la gran farsa en que se simuló gobernar, se engañó a todos haciendo verdad la mentira y al final, en un suspiro de alivio, se dice que por fin se acabó. Claudia Sheinbaum pasa a convertirse en la próxima presidente de México y recibir el encargo concentrando una de las mayores exposiciones de poder político en la historia, llega a su fin el reinado de Andrés I.
Pero la nota ha sido lo que expresa el saliente Tlatoani a manera de reacción ante el resultado: “Misión Cumplida”, expresión que queda muy lejos de representar al Jefe de Estado sino más bien revelando al jefe de la facción, al de la camarilla que alentó el movimiento y que deja atrás la necesaria revisión de lo que fue su verdadera misión durante estos casi seis años.
Habló el “capo”, no el mandatario: no, presidente, no se cumplió la misión porque esta era gobernar, la misión no era heredarle el cargo a Claudia, lo suyo han sido tiempo de engaños.
Lo suyo es celebrar, empezar a empacar sus cosas y desalojar el Palacio que es de todos y que hizo suyo, hacerlo sin importarle que el anuncio del resultado le esté pegando a la economía (cae la bolsa, aumenta el peso) y que su cauda de seguidores, su feligresía, anuncie desde ahora que someterán al congreso de la Unión el paquete de 20 reformas anunciadas por usted y que , creen, es su deber, para retribuir su magnánima generosidad, aprobar para ofrecérselas en ofrenda, solo para usted, no a Claudia.
Aquí la última tarascada de quien disfraz de transformación la destrucción, la deformación de la vida institucional del país concebida en la concepción delirante del uso del poder que tiene Andrés I. Se reconoce: agazapó muy bien sus intenciones mediante la cuasimantra de “primero los pobres”.
Celebre que durante los próximos seis años nadie podrá (ni querrá) investigar todas las trazas y triquiñuelas que armaron los suyos, que lo que se diga serán llamadas a misa porque mucho por eso se ha pretendido desmantelar el basamento de instituciones en que se fina el Estado mexicano. Claudia hará lo que se le diga, no lo que proponga.
¿Misión cumplida? ¿De dónde y cuándo?
Le parece que empecemos con la salud, en el cual el sistema imperante fue modificado de manera dramática para hacerlo chatarra, pauperizarlo y convertir en algo semejante a la nada. Su tarea fue prometer, hasta el cansancio, de que sería como el Dinamarca, o mejor, pero la intentona se quedó el Chalco.
¿Le seguimos con Educación? Un sector al que desmadró, al que manejó a su antojo porque desprecia el conocimiento, porque reniega del que quiere aprender y que por tal motivo coloca como aspiracionista, banal y los cien calificativos que endilga desde las tripas.
¿Del campo, qué puede decirnos? Un sector sin resultados, pauperizado, deshecho por sus ideas del siglo XIX, empecinado en combatir molinos de viento, en despojar a los que producen y premiar a los que votan, ofreciendo dádivas por tres mazorcas y dejando que todo se pudra.
A lo mejor desea que se le recuerde por sus grandes e inútiles obras que el tiempo se encargará de mandar a la basura: empezando por el aeropuerto por todos despreciado (incluso por usted), siguiendo con un tren que solamente sirvió para hacer ricos a los amigos de sus hijos (y a estos). Y que nadie les diga “elefantes blancos”, que recuérdese que todo fue por los pobres.
Lo mejor es cortarle aquí, deseando que la pesadilla termine y citando en latín la célebre frase “Quo Vadis”: ¿hacia qué rumbo va México? ¿Cuál fue el rumbo al que se le puso? La respuesta será la confirmación de que sí hubo misión cumplida.






y luego