Por: Jota Ce Ce
ANDRÉS I: ENTRE EL ENGRUDO Y EL TEFLÓN
Para muchos, resulta casi un alivio estar ya en la cuenta regresiva y saber que le restan tan solo 38 días al reinado de Andrés I. lapso en el cual queda a la espera solamente de que sus huestes hagan buenos sus afanes de venganza y satisfagan a placer sus caprichos.
Desde su platea privilegiada, Claudia observando lo que le van a dejar como país, sacando cuentas de en qué estado lo recibirá y atenta a señales tan claras como las que acaba de enviar el embajador de Estados Unidos en México, Ken Salazar, quien no se calló y lo dijo en forma clara: la pretendida reforma judicial es un atentando contra la democracia y puede que ahuyente inversiones gringas en México.
Para AMLO, mezclado esto con lo del caso “Mayo”, pareciera que el engrudo se le hizo bolas pero su postura es la mostrada como desde hace 18 años: su capa de teflón hace que se le resbale todo, las cosas serán como él ha dicho que sean.
Lo peor no es lo que Andrés I piense, diga y haga sino lo que sus paniaguados ejecuten, ya hemos dicho que el régimen a instaurar, en el que se ha trabajado, no es el tipo presidencia autoritaria sino más bien un émulo al de China, en donde es el partido en el poder el que dicta. Todo embozado desde el cliché del “pueblo al poder”.
Días en que veremos en que el INE dicte contra todo el sentido legal (y casi común) que MORENA se agencia un sobrerregulación en el congreso de la Unión y así se revuelque la Constitución que de paso a lo que se estima sea un mamotreto que nada más convenga al partido en el poder. (Que Mao Tze Tung lo celebre desde donde arda).
Claudia brinca de felicidad porque le tocará estar al frente de un gobierno sin contrapesos, sin nada que le estorbe a ella y quien desde la distancia le podrá dictar lo que se deba hacer. Podrá así irse por la libre, sin pago de cuota y nadie que la moleste porque, ¿sabe usted?, las falsas autoridades que colocan retenes puede y ya estén apalabradas. “Tú deja pasar y yo hago lo mismo”.
Embajador de Estados Unidos en México, Kent Salazar
De los grandes temas ya ni hablamos, que dice Andrés que casi todo esté resuelto: bajamos la inseguridad, el tema salud casi alcanzamos niveles tipo Dinamarca, en Educación vamos requetebién y en obres públicas mis hijos ya están fondeados y que siga la fiesta.
Ya hemos dicho que para nosotros, con que Claudia pueda lograr bajar los niveles de inseguridad nos daríamos por bien servidos, que pueda quitar de la faz de la nación la sombra de la incertidumbre ciudadana pero a fuer de decir la verdad, vemos muy lejana la posibilidad y creemos que en su caso, así como en el de Andrés, lo primero será rellenarse de teflón para así salir avante cuando el engrudo se le haga bolas, que segura e irremediablemente se le hará.
Pero el caso es que lo más preocupante es que una gran masa ciudadana sigue sin ver los negros presagios que se observan en el horizonte, siguen festinando lo votado y se regocijan el triunfo que no se cansa de vociferar quien de su llamado a la transformación ha hecho algo parecido a un desastre.
“A mí que el gobierno me siga dando lana con las becas, lo demás es lo de menos”, dirá el común de la gente y otros completarán “que pague el de atrás”. Los días por venir y sus sacudidas.






y luego