¿EL PODER QUE CONLLEVA?
Por José Maragal
El poder dirían los sabios de buen entender que es «una fuerza nacida de la conciencia social, destinada a conducir al grupo en la búsqueda del Bien común y capaz, dado el caso, de imponer a los miembros la actitud que ella ordena».
Pero un poder de tanta magnitud ¿A quien debe Otorgarse?
Ese poder se debe trasmitir a las personas más capaces, para que ellos velen por la mayoría y no a un grupo de personas que busquen sus propios fines, dejando del lado a la mayoría de ciudadanos. Tal es el caso del pasado 2 de julio en el cual 35 o 36 millones le dieron el triunfo al grupo oficialista, en cuál según ellos les dieron permiso de subyugar a 62 millones los cuales no votaron, ya sea como forma de protesta o simplemente votaron por otra opción y eso en todas las democracias es válido y no menos importantes.
Para los que entendemos la responsabilidad de lo que conlleva el poder. Este no es otra cosa que la capacidad de influir en otras personas o como bien se conoce como el otorgamiento de ese poder por medio de cargos de elección o representación.
Los griegos y romanos consideraban el poder como algo vital para preservación de la sociedad. Pero en nuestra época ¿Qué tan peligroso es este poder en manos de los gobernantes?.
El poder es un arma en que los gobernantes tratan de emplear contra sus súbditos y más contra sus enemigos que tratan de detentar el poder.
Para ello es necesario que los grupos de mayor vulnerabilidad no fuesen devorados por las enormes personas que detentan el poder, y para ello es necesario una persona que fuese más fuerte que las demás y esta última se encargaría de contener esa voracidad. Pero como alguien embriagado de poder, no estaba inmune a la voracidad de sus congéneres, resulta algo necesario ser precavido contra sus mismos actos y los riesgos que ello conlleva. Por eso es necesario que los mismos súbditos señalen los limites hacia sus gobernantes.
Esto reduciría el poder absoluto para que pudieran hacer y deshacer así libertad, lo cual se tuvieron que reconocer ciertas inmunidades llamadas libertades o derechos políticos; Otro reductor o contrapeso era poner normas constitucionales para limitar los actos del poder que detentaban esos encargados de tomar decisiones por el bien de la mayoría, para ello se tuvieron que poner condicionantes necesarias para los actos más importantes del poder ejecutivo fueran limitados.
Pero como es costumbre, mientras la sociedad luchaba por limitar, ya sea de una u otra forma contra sus enemigos quienes no perdían la esperanza de conseguir el poder, al mismo tiempo se convencían de ser gobernadas por un único dueño, con tal de sentirse protegidos y representados por alguien que según ellos velaría por sus intereses, abriéndole la puerta a la dictadura o al autoritarismo.
Y como quien recordara del gran libro de George Orwel de rebelión el la granja donde en esa pared de la granja Manor en donde se escribieron esos siete mandamientos, en esas palabras que limitaban todo autoritarismo y abuso por parte de quienes representaban el poder, el cual tomare la osadía de usar para parafrasear lo que el poder trasgredió al mismo poder y decía en principio asi:
1.- Todo gobierno o poder que quiera suprimir y devorar a los grupos mayor vulnerabilidad es un enemigo
2. – Todo gobierno que ve por los intereses de sus gobernados es un amigo.
3.- Ningún Gobierno usara su poder para reprimir, violentar o transgredir.
4.- Ningún Gobierno que este en el poder podrá beneficiarse de su encargo.
5.- Ningún gobierno podrá permanecer por siempre en el poder
6.- Ningún gobierno en el poder reprimirá a los gobernados
7.- Todos los Gobernados son iguales
Pero al cabo del tiempo todo fue cambiando, los principios que velaron esas garantías fueron quedando en el olvido, por personas que no saben entender o simplemente no saben que significa lo que eran esos siete mandamientos, aunado a las incesantes astucias políticas, así como los beneficios propios y no los de gobernados.
Llegaron a la terrible situación de enfermar de poder, olvidándose de todo lo que pregonaban, esto mismo hizo que las palabras escritas en esa pared fueran cambiando, cuando los demás gobernados quisieron reaccionar y cerciorarse de que decían esos mandamientos, vaya sorpresa que se llevaron; solo existía una frase que pusieron los mismos del gobierno y los que estaban en su cargo. Y decía:
Todos los gobernados son iguales, pero hay algunos Gobernados que son más iguales que otros.
Diciendo esto no se podía distinguir entre los políticos voraces de antes y los políticos voraces de hora. Pues todos detentan el poder para simplemente permanecer en el, sin importar mentir, robar y engañar.






y luego