Y LA ENCRUCIJADA DE LA TRANSFORMACIÓN (Aportación para encontrar el camino)
Por Jesús Jóse Guerrero Andrade
LO QUE PARA MUCHOS:
No pasan de ser fanfarronadas del Alemán nacido en USA, llamado Trump y bautizado con el nombre de Donald.
Exabruptos de la política para quedar bien con el Partido que lo nominó y particularmente con la masa supra humana de gringos empoderados con la raza, la supremacía blanca Y el dominio económico y político que da el ser el país más poderoso del mundo.
Y el temor de estar dejando de serlo:
PARA OTROS TANTOS:
Es la verdadera voz del norteamericano, relegado a segundas partes en el escenario mundial, que clama por recuperar el predominio perdido en los últimos años, usando los inmensos recursos de que dispone y por las vías que sean necesarias, hasta recuperar totalmente el dominio en el comercio internacional y frenar la expansión de sus competidores más cercanos.
No es que en sus transacciones comerciales haya dejado de llevarse la parte del león, pero el aumento de la riqueza de las naciones competidoras, el tener la deuda interna y externa más grandes del mundo y la idea equivocada de que se están pasando de buenos en sus relaciones económicas con el resto del mundo, es algo que consideran deben de corregir de inmediato bajo el principio de ganar, ganar. En todo, siempre, a toda costa.
PARA MEXICO Y CANADA:
Es la valentonada del supuestamente ofendido amo de la comarca, que siendo el motivo y la causa del tráfico de enervantes en la zona, con casi la totalidad del consumo y la mayor parte de la distribución interior de las drogas a lo largo de su propio territorio, acusa a México y Canadá, que están al otro lado de sus fronteras, de ser los responsables de las toneladas de drogas que llegan desde fuera.
Valentonadas, porque siendo cierto que la mayoría de las drogas llegan a USA desde fuera, la responsabilidad de que no entren a su territorio, donde se consumen, es totalmente de los mismos norteamericanos y las acusaciones no tienen el mayor fundamento.
Pero en el camino de las acusaciones hay intentos de justificar con ellas el combate de los contrabandistas, acusándolos de terroristas y de acuerdo con sus propias leyes, entrar a territorios ajenos, violando su soberanía y llevándose de paso alguna otra cosita, como pudiera ser otro pedazo de territorio, o de perdida el derecho de explotación de sus recursos minerales.
Al más puro estilo vaquero, como tienen acostumbrado al mundo que los rodea.
LOS MENOS:
Los gringos nacidos fuera, con otra patria pero con el alma, el corazón y la esperanza, puestos en el garrote del siempre vigilante de la democracia, el barbicano tío Sam de las historias de guerra que triunfa siempre y siempre está deseoso de anexarle estrellas a su bandera.
Esta posibilidad siendo poco probable, por ahora, en el contexto de las bombas nucleares que mueven la barra del equilibrio en el concierto de las naciones y que obligan a los poderosos a ser cautos en sus tropelías territoriales:
Ciertamente, es algo en que México tiene que pensar y no desecharlo de su escala de preferencias al momento del diseño de los planes internos de su propio desarrollo.





y luego