Por José Maragal
No hubo una forma, no hubo un método, ni mucho menos una técnica adecuada con tal de que se aprobara algo que en vez de necesidad se acerca más a un capricho de Zeus.
Haciendo alusión al gran Nicolás Maquiavelo con su bien conocida frase <<El fin justifica a los medios>> y si, se hizo todo y lo que se tenía que hacer y hasta de más de lo que estaba a su alcance para que los Morenistas aprobaran ese regalo de despedida a su mentor y líder moral de la autollamada Cuarta transformación.
Pero la pregunta es ¿realmente el fin justifica los medios? Se debe de reconocer que hay personas que utilizan cualquier procedimiento con tal de alcanzar su fin, aunque esto caiga en la deshonestidad y en las buenas prácticas, todo con tal de que se logre su objetivo deseado.
Este es el caso de la aprobación de una reforma que a todas luces se atenta contra la separación de poderes y la preponderancia del poder ejecutivo sobre el judicial. En esta reforma judicial esta marcada por tres aspectos importantísimos que llaman la atención en su aprobación.
El primero es la traición, esa falta a un compromiso o esa palabra dada por los Yunes y que a su vez son los grandes los traidores de México, estos personajes bien conocidos en Veracruz, por su gran rivalidad y enemistad con el Morenismo y sobre todo con el presidente Andrés Manuel López Obrador y con la gobernadora electa Rocío Nahle, quien después de este pacto o soborno no le quedará otra que alinearse a los caprichos con tal de que obtenga el voto para la reforma judicial.
¿Pero como se dio esta traición? Después de que un día antes de la votación de la reforma y según dichos de la bancada panista en el senado, todo el fin de semana no tuvieran comunicación con el Senador Yunes Márquez, pero el día de la votación, se presentó el suplente, su papá Yunes Linares, quien dijo que por cuestiones de salud no podía presentarse al senado, por eso hacia el uso de su derecho al cargo, él tomo protesta.
Pero sucedió algo que es digno de un milagro, ya que en ese mismo día siendo las siete de la tarde por obra del espíritu Santo Yunes Márquez se alivió del malestar que padecía y se presentó a la discusión y aprobación de la reforma al poder judicial diciendo “Que tras varios análisis sobre la iniciativa su posición era favor del proyecto”.
Las preguntas quedan en el aire ¿Qué le ofrecieron? ¿Qué le perdonaron? Lo único que es realidad es que la familia Yunes queda como los grandes traidores del panismo y sobre todo a México.
Segundo los embustes, esa mentira disfrazada con argucias, generalmente conformado con un relato artificioso, los cuales vinieron de los dos grandes embusteros los cuales fueron el coordinador del grupo parlamentario de Morena el senador Adán Augusto y el Presidente de la cámara de senadores el senador Fernández Noroña, toda vez que entre los dos y el grupo de Morena se confabularon para comentar que el Senador Daniel Barreda se encontraba en la CDMX y “que el mismo hablo con él” a palabras de Adán Augusto contestando a las recriminaciones del senador Castañeda del grupo parlamentario de MC el cual demandaba que un senador de su grupo se encontraba él y su papa privados de la libertad en un juzgado en el estado de Campeche”.
Fernández Noroña, hizo la pantomima de que él, se había comunicado y que estaba bien a lo que Adán Augusto comento “Miente cuando dice que el padre del senador Daniel Barreda está detenido, que eso es absolutamente falso y que yo mismo me comunique con el Tribunal Superior de Justicia y que este hecho se halla dado, no hay ninguna orden de aprensión o investigación y que se encontraba en la ciudad de México”.
Tercera la detención ilegal del padre del senador Daniel Barreda el cual después de la votación ofreció las declaraciones al salir de un juzgado, dónde su padre se encontraba detenido. Comento que todo el día estuvo en los juzgados y aseguró que su papá tenía un tema personal, «mi padre fue retenido, me trajeron para acá».
Adán Augusto y Yunez
Sea como sea la obligación del senador Barreda era emitir su voto independientemente si era o no necesario, pero dejando de lado estos tres aspectos lamentables y bochornosos para la democracia de nuestro país. sobre todo, para quienes se concedieran los pilares de la moralidad en México, quienes presumen tener una mayoría tan grande y burda que caen en estos actos tan sucios y lamentables que tienen que apegarse a esa y reconocida frase de Maquiavelo.
Porque el verdadero daño no lo hacen a la tan degradada oposición, sino al contrario ese daño se lo hacen a ellos mismos y al país que supuestamente representan, ya que negociar impunidad tratando reformar o corregir el poder judicial que lo han denostado de corrupto definidamente se comenzó con el pie izquierdo, porque la justificación de todo es válido con tal de sus detentores políticos no se salgan con la suya o en aras de un bien mayor los deja peor o en igualdad de condiciones al poder que tanto han sobajado.
Porque si bien es cierto que esa reforma se necesita prende los focos rojos en ese segundo piso que sin duda ya comenzó con esos pernos y eso baches que no dejan bien parada a ese puente de la cuarta transformación.
Y recordando la fábula de Esopo de Zeus y el Pudor, podemos decir que nada es peor que los deseos de Zeus porque cuando Eros entra el pudor se va.
Cuando Zeus modelo al hombre, le doto en el acto de todas las inclinaciones, pero olvido dotarle de pudor. No sabiendo por donde introducirlo, le ordeno que entrara sin que se notara su llegada.
El pudor se revolvió contra la orden de Zeus, más al fin, ante sus ruegos apremiantes, dijo: está bien, entrare; pero a condición de que Eros no entres donde yo este; si el entra, yo saldré enseguida.
Desde entonces Eros y pudor no se les volvió a ver juntos, así es que como quieren verlos juntos en la aprobación de la reforma al poder judicial, en la cual no solamente se aprobó de forma inadecuada o como diera lugar, si no con traiciones, embustes y privaciones de la libertad.
Pero esto no que ahí, si no que se aprobó de forma unánime por parte de la mayoría de las legislaturas de los Estados, sin siquiera leer un párrafo, ni mucho menos estudiarla y discutirla.
Así pasa, cuando Zeus prefiere a Eros aún sabiendo que el pudor no va estar presente.





y luego