Por: Jota Ce Ce
EL FALSO IZQUIERDISMO DE MORENA
En este espacio está todo permitido, incluso suponer el futuro y ¿esto viene bien a cuento luego de darle vueltas a lo que sucede en México en donde, al parecer, poco se repara en algo que parece una realidad: desde el 2018 gobierna la versión más rancia del PRI disfrazado de una izquierda trasnochada, cual si los que llegaron, encabezados por Andrés I, fueran los despojos que el pasado nos aventó.
Y eso nos lleva a suponer, que de eso se trata de esta entrega, de suponer lo que pueden ser los años por venir, en la supuesta mutación de país que se nos ofrece y que en realidad vemos como un simple gatopardismo de lo que Mario Vargas Llosa llamó “la dictadura perfecta”.
Lo que el obradorato se encargó de autodenominar la Cuarta Transformación no ha sido más que darle una revolcada a los viejos ideales del priismo sesentero y setentero, diluido dogmas que se arropa en el izquierdismo ese que mantiene como una de sus consignas principales la vigencia prioritaria de las “conquistas sociales”, la que despilfarra erarios vía subsidios y becas para el pueblo y que lo enarbola como logro esencial.
Podemos ver cómo está en tránsito la instauración de un nuevo régimen priista, ahora llamado morenista, que Andrés I se está encargando de importar e instaurar, no es el modelo cubano, venezolano o nicaragüense sino más bien parecido al que está vigente en China. Por eso es que no importa quién será la próxima presidenta de la república porque ella gobernará, no mandará, y quien lo hará será el partido. ¿Nos explicamos?
Por ello el afán de hacerse de todos los poderes, desaparecer instituciones, apropiarse de todasa las instancias que deciden el quehacer público. Será el partido el que decida y como la lógica indica que el partido lo encarna Andrés ya podemos concluir que el que seguirá mandando él desde la supuesta distancia.
Por eso, por lo pronto, la decisión de colocar como gerente, perdón, presidenta del MORENA a Luis María Alcalde que será encargada (o personera) de encauzarlas decisiones de Andrés, de hacer llegar a toda la nomenklatura las grandes decisiones, algo a lo que estará obligada Claudia la Calca so pena de que las aguas se le revuelvan.
Esta hace como que toma decisiones de manera independiente, el otro hace como que no se da por enterado mediando en este escenario una supuesta complicidad a la que se unen creyentes, aferrados y aprontados. Así se va construyendo este eventual cambio de régimen al que se insiste en calificarlo de izquierda y que tal vez muy poco tenga sustento en lo que México requiere y necesita.
Todos a la espera de que Claudia tome posesión, dirija su mensaje a la Nación y se tranquilicen las aguas. Mensaje sin reproches ni críticas ni reclamos: la transición debe caminar sobre alfombra de terciopelo, que no queden huelas ni sombra de las pisadas.
Que buen berenjenal en el que han metido al país y que suponemos, en el supuesto colmo del fatalismo, como la realidad que nos alcanzará en el futuro próximo. Nos engañaron con la verdad, al estilo del “Pedro y el lobo” nos estuvieron diciendo “cuidado, ahí viene el ´PRI” como amenaza de peligro y caímos en el garlito, efectivamente llegó de nuevo el PRI pero con nuevas siglas, con nuevos rostros y nuevas intenciones.
Y a los ciudadanos no nos queda sino esperar para ver y tal vez padecer.






y luego