Por Víctor Manuel Salas Castelán
Las conductas de los Pilluelos y de los manipulados se parecen, la gran diferencia es el grado de consciencia y el grado de «culpa».
Los pillines no sienten culpa y los manipulados no se dan cuenta o no quieren darse, es decir, tienen un grado bajo de consciencia de ser utilizados.
En las campañas políticas como en muchos negocios donde el Poder del cargo y los «Bille…gas» están:
La mitad por delante y el resto al final del «trabajito», los ayudantes se pueden dividir en varios grupos: los pilluelos, los manipulados, y los necesitados.
Los pillines hacen falta para tareas específicas que no cualquier persona puede y quiere hacer:
Desde intimidar a la competencia, destruir propaganda, obstruir el sano desempeño de los adversarios,
hasta amenazar física o verbalmente.





y luego