Por Adán Félix

A lo largo de los años, muchos entrenadores han intentado adjudicarse el mérito de haber formado a Julio César Chávez, argumentando que el gran campeón entrenó en sus gimnasios o estuvo bajo su supervisión en algún momento. 

Sin embargo, la realidad es que solo hubo un verdadero arquitecto detrás del nacimiento del mejor boxeador mexicano de todos los tiempos: Ramón «Zurdo» Félix.

Desde sus primeros pasos en el boxeo, Chávez fue guiado, moldeado y forjado exclusivamente por el «Zurdo» Félix en Culiacán, Sinaloa. Fue él quien pulió su talento, corrigió sus errores y lo llevó hasta la cima, sin ayuda de nadie más. 

Antes de que el mundo conociera a Chávez, el «Zurdo» Félix ya trabajaba con sus hermanos Rodolfo y Rafael «Borrego» Chávez, y cuando descubrió a Julio, supo de inmediato que tenía entre sus manos a un diamante en bruto.