SE VA …
Por José Maragall
Que tal si hacemos un ejercicio de la imaginación, que tal si escuchamos esto como despedida de aquella persona que hoy dice que se va, esa persona que lo tubo todo para mejorar las cosas y decidió repartir culpas en vez de gobernar no se preocupen es lo único ejercicio de la imaginación para que no se ofendan quienes lo apoyan. Imagínense que diría lo siguiente:
En este mi último mensaje comenzare diciendo estas líneas tratando de convencer a este público que siempre me fue fiel. Discúlpenme ya que es una lástima que las cosas terminen así, que me encuentre en esta situación en la cual no se lo deseo ni a los más odiados enemigos, que pena poder decir estas notas, que pena que se viva en un mundo paralelo a la realidad en la que vivimos, que se ensalse lo irrealizable y lo que no sucede, pero mas pena creer algo que nunca existió y que la mente asimile esa fantasía como realidad, talvez, sea producto del autoengaño o simplemente sea esa mentira repetida muchas veces esperando que se convierta en esa realidad deseada.
Y es así que se me llego la noche, esa que dicen las verdades más ocultas y desmiente mentiras más viles, esa que resume en un segundo lo que paso en un año, ese tiempo muestra a las personas como villanos o como héroes.
Aquí es donde se exhiben las verdades después de esa trágica aventura iniciada por mí y al fin concluida por mi, primero comenzaré diciendo que de toda esta aventura épica son los desgraciados aquellos niños que poco pueden reaccionar ante una ignominia, segundo el insoportable remordimiento de quien causo el daño aquellos seres indefensos que no tenían la capacidad para decidir; y tercero la exhibición de los comportamientos más inadecuados tratando de justificar lo que a todas luces lo injustificable.
Aquí es donde las fronteras de la dignidad y del recato, del odio y perdón se cruzan, pero sobre todo el hambre por conquistar a toda costa el propósito alcanzado. Sin embargo, el destino es implacable no demora tanto tiempo en mostrar lo que va a cumplirse y el propósito deseado. Porque mis escuderos jamás quisieron que me fuera y mis bufones mucho menos, tampoco los que me tiraban la suerte y usaban cada artilugio para que no se llegara ese final, Pero como en toda historia todo tiene un principio y un final Y este hoy se ha cumplido.
Lo anterior serían discurso de alguien responsable, de alguien que tiene noción de la realidad, Pero lastima que sea solamente producto del ejercicio de la imaginación por qué la realidad es la siguiente:
Se va como un torero en la plaza, entre ovaciones, flores y aplausos, le toco cortar orejas y rabos de una oposición que jamás se vio como tal, si, como una oposición que hiciera frente hacia el totalitarismo y el Obradorato.
Se va el líder de un movimiento que trato de erradicar al que fuera su PRI y que tanto fue su afán de extinguirlo que termino conviertiéndose en él.
Se va el autonombrado Mandela mexicano, si asi algunos de sus seguidores lo vituperan, el cual se manisfesto cuando fue oposición, pero no permitio manifestarse a los demas; aquel que critico a los gobiernos, pero descalifico a quien lo criticaba, aquel que dijo no usar las instituciones como vendetas personales, pero que en actuar fue mucho peor.
Se va el de los programas sociales que lo volvieron, un cuasi dios, un líder de feligresía, un martil y un comprador consititudinario de conciencias y de votos.
Se va el eterno combatiente la corrupción, el de los sobres amarillos, el de nepotismo, el de permito robar siempre cuando sea para mi causa, si, el de los 200 pesos en la catera, el de los trajes y relojes económicos y sobre todo el de los otros datos.
Se va quien utilizo a la prensa alternativa, quien agredió, insulto y sobajo desde su pulpito presidencial a periodistas, comunicadores, y opinologos que no compartían su visión megalomana; pero a su vez vituperio a quien lo aplaudían, adulaban ya sea con preguntas a modo y con reportajes enalteciendo su ego.
Se va quien prometió respetar la ley, pero que su vez, se la paso por el arco del triunfo los potocos, las formas y los procedimientos. ya sea si le convenia o lo perjudicaba. Porque para los opositores la ley es la ley y para sus afines, la ley no es la ley.
Se va el polarizador quien dividió a todo un país, quien uso términos chairos y fifís, de neoliberales y conservadores, de derechas y de izquierda, de los de arriba y los abajo, de los machuchones y los desprotegidos.
Se va el de la crisis diplomática el que se enfrasco con gobiernos de otros países en dimes y diretes con esas cartas tal cual fuera su diario personal exponiendo su inconformidad y reclamando a todos los que no pensaran como el como estados unidos, argentina, chile, ecuador y España; y aliándose a gobiernos como Venezuela, cuba, Nicaragua, Rusia y Bolivia. El que mando como representante a personas que robaron libros o insultaban a la misma imagen de la cancillería de relaciones internacionales.
Se va la reencarnación de la divina providencia, el que utilizo el poder como facultad para castigar a sus enemigos y recompensar a quien el creía necesario para sus fines.
Se va el eterno enemigo de la justicia quien logro extinguir aun poder judicial que no permitía hacer sus caprichos, pero sobre todo el único contra peso que tenía su inminente poder absoluto.
Se va el de las obras faraónicas, el construyo el AIFA, el tren Maya, la refinería Olmeca, el salvavidas de Pemex, el de las licitaciones e inversión que se convirtieron en secreto nacional, inmenso en la más crítica opacidad.
Se va el que fue el eterno combatiente del antimilitarismo cuando fue candidato, Pero cuando llego al poder, toda su visión cambio, para convertirse en el más fiel adorador de la milicia al grado de utilizar al ejército en aerolíneas, puertos y hasta incluso de barrenderos del Zócalo.
Se va el de la investidura presidencial, el que no visito lugares de tragedia por que se ensuciaba la investidura, tal fue el caso de huracán Otis en guerrero, las inundaciones de Veracruz y las inundaciones de Chalco en el estado de México.
Se va el de sistema de salud mejor que en Dinamarca, el de los muertos por la pandemia, el de los niños con cáncer, el de los médicos cubanos en vez de mexicanos, el de la Mega farmacia que surtía tres recetas diarias, el del INSABI y sexenio de vamos bien con todo y un sistema de salud ineficiente.
Se va el de la austeridad republicana, el de los lujos de sus secretarios, el de la austeridad para todos menos para sus allegados a la cuarta transformación, el de los relojes caros y los sacos de diseñador, el que tubo la osadía al mismo estilo Maximiliano o de Porfirio Díaz en vivir en un palacio con sus lujos, pero con una austeridad republicana para millones de pobres.
Se va el humanista el que no recibió a las madres buscadoras, el que no recibió a los colectivos de agresiones de violencia. El que jamás menciono una palabra de aliento ante la tragedia.
Se va la eterna víctima de este Sexenio, porque en lo que pasaba en México, no le pegaba al país, ni le pagaba a las víctimas, si no él y solamente él.
Se va como el cometa dejando atrás esa estela de inseguridad, de peligro, de los culiacanazos forever y de la liberación de criminales; de los desplazados de Chiapas, de las masacres en Chihuahua, Michoacán, de Tamaulipas; de los más de 190 mil homicidios y de una violencia interminable; de los 120 mil desaparecidos y la falta de empatía hacia sus buscadoras; de los periodistas muertos en su labor y los lideres que se oponían a su Régimen.
Se va el que hubiera sido un muy buen presidente si hubiera tomado su responsabilidad, poniéndose a gobernar y no poniéndose a repartir culpas como lo hacía en cada mañanera.
Se va el que habría sido un bien gobierno si no hubiera existido calderón






y luego