Sebastian Godínez Rivera
Claudia Sheinbaum se ha convertido en la primera presidenta de México, sin embargo, su personalidad es sumisa ante el presidente López Obrador y lejana de una actitud democrática. A diferencia de otras jefas de estado que han gobernado otras naciones como la neozelandesa Jacinta Ardern; la Primera Ministra Margaret Thatcher en Reino Unido; o la Canciller alemana Angela Merkel.
La vocación democrática de Sheinbaum es nula, esto debido a los comentarios que hizo en el tercer debate declarando “nosotros representamos la democracia, nosotros somos la libertad”. Esas aseveraciones sólo demuestran un afán autocratizador, en el cual una mujer y un partido se conciben como fuente de la legitimidad y de la democracia, traducido en un desprecio por el pluralismo y la diversidad.
A diferencia de una Primera Ministra Ardern quien durante su gobierno respetó a la oposición, los principios de la democracia y el pluralismo expresado en el parlamento neozelandés. Otro ejemplo, es Margaret Thatcher quien se convirtió en Primera Ministra en 1979 quien redujo la estructura estatal para rehabilitar las finanzas públicas; para llevar a cabo las reformas nunca aplastó al Partido Laborista o buscó modificar la estructura política para hacerse con todo el poder.
Finalmente, Angela Merkel ha sido una de las mujeres más emblemáticas del siglo XXI que dio forma al modelo europeísta y se posicionó como uno de los rostros contra las autocracias modernas. Asimismo, su labora democrática reconociendo la diversidad en el Bundestag y actuó con precauciones cuando el partido Alternativa por Alemania, de derecha extrema logró una fuerza considerable, Merkel junto con otros partidos implementó un cerco sanitario, para contener a las fuerzas radicales
El diálogo democrático, ha sido una constante en los gobiernos de estas tres mujeres aunado al respeto a la pluralidad y que entendieron que la democracia no emana de su poder, sino del respeto al marco legal y a las diversas visiones de un país. Cuando se entiende esta premisa, entonces la democracia puede florecer y el poder autocrático no tiene capacidad de crecimiento.
Partiendo de estos ejemplos, Sheinbaum no cabe dentro de esta categoría ya que considera que la democracia surgió en 2018 con el triunfo de López. Además, su comportamiento descalifica marchas feministas, oposición política, al Poder Judicial o a sectores de la academia. Su desconocimiento de otros sectores es una pretensión autoritaria, que concibe los disensos como parte de un ataque o traición a la figura presidencial.
Sin embargo, existen otras mujeres que han gobernado países tienen un perfil más cercano al que la presidenta electa de México podría desarrollar a lo largo de su sexenio. En un entorno polarizado y con una mayoría abrumadora, la vena autoritaria está latente y se cree que contar con mayorías implica silenciar a las otras voces. Ejemplos hay muchos sobre todo en Latinoamérica, por ejemplo, la expresidenta argentina, Cristina Fernández o la presidenta hondureña Xiomara Castro quienes tienen un peculiar estilo para gobernar y dividir.
En el caso argentino, Cristina Fernández se ha convertido en una figura emblemática para la nación, empero, su comportamiento durante sus dos mandatos estuvo marcado por una disputa con varios sectores. Se dedicó a llamar a los medios de comunicación, oposición política y académicos como gorilas, palabra utilizada para hacer referencia al golpismo del siglo XX. Mientras que a los militares que criticaban su administración, los catalogaba de milicos, palabra despectiva para los militares.
Durante sus gobiernos el kirchnerismo cobró mucha fuerza y se posicionó como la principal fuente de poder y fuerza política. Cristina se posicionó como una figura fuerte en el sistema político argentino e incluso cuando ocupó la vicepresidencia se volvió una suerte de poder detrás de la silla presidencial que influyó en la designación del candidato presidencial, Sergio Massa, y a quien se le atribuye la derrota del peronismo en 2023.
Su forma de dividir al país le garantizo una base de apoyo fuerte que personificó el poder en su figura y que se autonombró como la protectora de los pobres. Con tintes populistas, Cristina ejerció el poder y despreció a quienes criticaban su política, denostó las victorias del oficialismo a nivel legislativo y pretendió crear una estructura corporativa con los sindicatos argentinos.
En Centroamérica, en Honduras Xiomara Castro se convirtió en la primera presidenta del país en 2022, casada con el expresidente Juan Manuel Zelaya, se ha convertido en una figura de la izquierda latinoamericana. Castro ha ejercido el poder con tintes populistas y autoritarios; a inicios de su gobierno cuando debían nombrar a los magistrados del Poder Judicial ordenó a su partido no negociar con la oposición para nombrarlos.
Lo mismo pasó en el nombramiento de los fiscales, la presidenta ordenó que se dejaran las vacancias ya que al no tener mayoría no podría nombrarlos. La división sobrepasó al congreso y la polarización se materializó en violencia física contra integrantes de la oposición a mano de los izquierdistas que tachaban a los opositores de corruptos y de buscar detener el gobierno de Castro.
Finalmente, la presidenta hondureña es muy afectada al utilizar discursos que dividen a la población, ya que tiende a rememorar la destitución de su esposo en 2009. Con este evento la ejecutiva repite que son los mismos del pasado quienes quieren frenar su administración y los logros de la refundación del país, algo muy similar al discurso de la transformación de la 4T.
La personalidad de Sheinbaum se acerca más a estas presidentas latinoamericanas que a las lideresas de Occidente. Muchos dirán que es precipitado analizar las actitudes que adoptará como presidenta, sin embargo, ha dejado ver su estirpe autoritaria y su discurso no avecina un respeto al pluralismo. Formada en la camada de López Obrador y copiando hasta su acento, el segundo sexenio de Morena será la continuidad de la erosión democrática, la cual se alimentará del discurso polarizador que desde hace 6 años está presente en nuestro país.
(LOS ALQUIMMISTAS DEL PODER)






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