Temporada de Verano
Al llegar la temporada de verano, la playa el ayer confunde con hogaño y como al conjuro de un oculto mago despierta vivencias, realiza milagros. ¿Acaso son otros los niños traviesos que gritan y saltan, ahítos de gozo, al oír las voces de los pregoneros de los mazapanes y dulces de coco y el triángulo alegre de los barquilleros?.
¿No es el mismo empeño, tal vez renovado, del joven que busca el anhelo soñado de romper las reglas, de vivir rodando, de amores fugaces y besos robados en las tibias noches de cielo estrellado? Sobre las palmeras que despeina el viento, esos papagayos que levantan vuelo en su afán goloso de llegar al cielo, se antojan los mismos con un nuevo aliento.
La mente monta lo igual en lo distinto como lo hace el oleaje trajinero y despierta en mí el singular deseo de preguntar: y tú, mar, ¿serás el mismo?.
PFRG–
Pedro F. Rivas Gutiérrez





y luego